Vivimos en un mundo donde los estándares de belleza oficiales afectan enormemente nuestras vidas. La experiencia de ser gorda o gordo en décadas pasadas solía estar plagada de desafíos y discriminación. La adolescencia en los años 80 y 90 fue dura para las personas gordas, cada centímetro de piel desnuda era motivo de vergüenza, aún no existía un argumentario para replicar a todas las personas que opinaban del cuerpo ajeno y sólo existía el papel secundario de gordo en la vida en lugar de protagonista. La lucha contra la gordofobia no había comenzado y el día a día era una batalla constante.
«La Lucha Contra los Estándares Corporales»
La presión social para adelgazar era abrumadora. Los comentarios sobre el peso podían llegar de cualquier lugar y dolían mucho porque no había capacidad de réplica. Encontrar ropa de tu talla en las tiendas convencionales resultaba casi imposible. Ser gorda no solo era una cuestión de imagen, sino también una batalla perdida por la aceptación social y el respeto.
La sociedad imponía estándares estéticos extremos (recordemos a Kate Moss y la idealización de la anorexia), lo que generaba un deseo tóxico sobre todo en las mujeres. Este escenario contribuía al desarrollo de trastornos alimentarios, problemas de salud mental y una sensación de alienación en quienes no encajaban en el molde impuesto. La diversidad de cuerpos y la aceptación de la variedad de formas y tamaños seguían siendo un camino muy lejano, aún por recorrer en la búsqueda de una sociedad más inclusiva y equitativa.
Pero, como dice el refrán, «no hay mal que por bien no venga». Y es que, gracias al coraje y la determinación de las gordas de las décadas posteriores, hoy podemos mirar hacia atrás y ver el progreso que hemos logrado juntas.
En paralelo con la aparición de las primeras redes sociales, presenciamos la aparición de varios grupos activistas que promulgaban una nuevo movimiento denominado : Fat phobia o gordofobia lo que supuso el inicio de una revolución en la forma en que se percibe y se celebra la diversidad corporal.
Las gordas de hoy son sexys, valientes y orgullosas de ser quienes son. Han desafiado los estereotipos, han reclamado su derecho a vestirse como deseen y han alzado su voz contra la gordofobia en todas sus formas. Durante este periodo, ha habido un cambio significativo en la representación y aceptación de la diversidad corporal.
Las personas con cuerpos considerados gordos desafían los estándares de belleza convencionales y se empoderan al rechazar la vergüenza asociada con sus cuerpos. Este movimiento no solo se centra en la aceptación personal, sino también en la lucha contra la discriminación y el estigma social que enfrentan las personas gordas en diferentes aspectos de la vida, desde la moda hasta el acceso a la atención médica. La visibilidad y la celebración de la diversidad corporal se convirtieron en puntos clave de la lucha por la igualdad y la inclusión en la sociedad.
La Valentía que Inspira Aceptación Universal
A las gordas de hoy en día les debemos un profundo agradecimiento, las gordas de los 80. Porque gracias a su valentía, hemos aprendido a abrazar nuestra propia belleza en todas sus formas y tamaños. Han allanado el camino para una sociedad más inclusiva, donde la aceptación y el amor propio son los pilares sobre los que construimos nuestro sentido de valía.
Así que, desde lo más profundo de nuestro corazón, queremos decirles a las gordas nacidas alrededor de los 2000: ¡GRACIAS! Gracias por ser modelos a seguir, por desafiar las normas y por inspirar a las demás a abrazar su singularidad. Vuestra valentía y determinación nos empuja a un futuro más leno de posibilidades, donde tenga menos importancia el tamaño de nuestra ropa o la forma de nuestro cuerpo.
Juntas, estamos construyendo un mundo donde cada persona se siente vista, valorada y amada por lo que es, y eso, queridas amigas y amigos y amigues, es un logro a celebrar.
Directora de la Fundación Alimente
Tras lidiar con la obesidad y las adicciones he impulsado la Fundación Alimente para que más personas puedan beneficiarse del tratamiento de adicción a comer que tanto me ha ayudado.