La influencia de la sociedad
¿Alguna vez te has preguntado por qué te resulta tan difícil cuidarte a ti mism@?
Actualmente vivimos en un constante bombardeo con imágenes de cuerpos «perfectos» y estándares de belleza inalcanzables. Por eso, no es de extrañar que muchas personas estén en lucha porque su cuerpo no encaja en el patrón.
En este artículo, vamos a explorar cómo la sociedad moldea nuestra percepción de nosotros mismos desde una edad temprana, y cómo esto puede afectar nuestra capacidad para cuidarnos adecuadamente.
En la sociedad en la que vivimos, desde una edad temprana, nos vemos inundados por imágenes de belleza y perfección en los medios de comunicación, las redes sociales y la publicidad. Estas representaciones idealizadas de cuerpos crean una presión implacable para alcanzar un estándar de belleza imposible (el 1% de la sociedad tiene el cuerpo ideal) lo que puede llevarnos a sentirnos inadecuados y disconformes con nuestras apariencias.
Lamentablemente, en los últimos años niños y niñas desde los seis y diez años empiezan a sentirse disconformes con su apariencia. Están llegando a los centros de trastornos de la conducta alimentaria pacientes por debajo de los 11 años.
La desconexión con nuestros cuerpos
Cuando internalizamos la idea de que solo hay un tipo de cuerpo aceptable y que el nuestro no lo es, comenzamos a distanciarnos de nuestros propios cuerpos.
Entonces comienzan los efectos de la disociación: desde el descuido de la higiene personal hasta la negativa a cuidar nuestro bienestar físico y emocional.
Más aún, nos desconectamos de nuestras necesidades, deseos, emociones y sensaciones en el cuerpo.
El impacto en cómo nos tratamos
Cuando nos alejamos de nuestros cuerpos y nos sentimos insatisfechos con lo que vemos en el espejo, nuestro concepto de nosotros mismos empeora. Esto nos lleva a criticar cada pequeña imperfección y a compararnos constantemente con los estándares poco realistas que nos rodean.
Esta maltrato puede llevarnos a sentimientos de vergüenza, ansiedad y depresión, lo que dificulta aún más el cuidado de nosotros mismos.
El Ciclo Destructivo
A medida que nos desconectamos del cuerpo tendemos a evitar sactividades: hacer ejercicio, cepillarnos los dientes, cuidar nuestra piel… dejamos de lado los cuidados naturales porque no soportamos nuestro cuerpo y nuestro estado de ánimo y autoestima continúan deteriorándose. Nos atrapamos en un ciclo destructivo donde la falta de autocuidado alimenta nuestra insatisfacción con nosotros mismos, y viceversa.
Rompiendo el patrón
Es fundamental reconocer que la belleza viene en todas las formas y tamaños, estamos de acuerdo en que no toda la sociedad está de acuerdo con esto pero no importa. Lo importante es que nosotros lo interioricemos y nos rodeemos de personas que sepan apreciar la belleza en todos lados. No hay un estándar único que debamos alcanzar. Aprender a aceptar y cuidar nuestros cuerpos es nuestro derecho, la influencia social nos dice que no merecen cuidados por no ser perfectos, hemos de luchar contra ese tipo pensamiento.
En un mundo obsesionado con la perfección superficial, es comprensible que muchas personas luchen contra su cuerpo y pierdan su capacidad para cuidarse a sí mismas. Sin embargo, reconocer y desafiar los estándares de belleza poco realistas, podemos comenzar a reconstruir nuestra relación con nuestros cuerpos y aprender a cuidarnos de una manera más amorosa y compasiva. Recuerda, eres digna de amor y cuidado, tal como eres.
Directora de la Fundación Alimente
Tras lidiar con la obesidad y las adicciones he impulsado la Fundación Alimente para que más personas puedan beneficiarse del tratamiento de adicción a comer que tanto me ha ayudado.